Este control cognitivo se ha demostrado que se produce cuando la interferencia se experimenta conscientemente. Sin embargo, el grupo de Simon van Gaal acaba de comprobar que este fenómeno de adaptación a la interferencia se produce también con estímulos inconscientes, demostrando así el alto grado de influencia que tiene la información inconsciente sobre nuestros comportamientos, opiniones y decisiones, presentes y futuros.
Para ello, los investigadores crearon un experimento en el que la interferencia se producía inconscientemente, enmascarando completamente el estímulo que la producía. Como control de la tarea realizaron paralelamente el mismo experimento pero sin enmascarar el estímulo. Los resultados obtenidos mostraron que, en efecto, existía un efecto de adaptación a la interferencia tanto por los estímulos conscientes como por los inconscientes.
Estos hallazgos demuestran que la información inconsciente puede tener una influencia importante sobre nuestro comportamiento y que esta influencia es ejercida sobre funciones de control cognitivo de alto nivel: el control inhibitorio, la conmutación de tareas, la corrección de errores o la adaptación a la interferencia –presente estudio-; sobre las que se creía que sólo podía actuar la información consciente. Todo esto conlleva a que se amplíen los límites funcionales de la información inconsciente, expandiendo la influencia potencial de este tipo de información no ya sobre nuestras actuaciones inmediatas, sino sobre decisiones y comportamientos futuros.
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