domingo, 29 de enero de 2012

ANATOMIA DEL SISTEMA CARDIO-VASCULAR

El sistema circulatorio posee como función el distribuir los nutrientes, oxigeno a las células y recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exalado en los pulmones, rico en dióxido de carbono (CO2). De toda esta labor se encarga la sangre, que está circulando constantemente. Además, el aparato circulatorio tiene otras destacadas funciones: interviene en las defensas del organismo, regula la temperatura corporal, etc.
En esta animación podemos ver un capilar sanguíneo por cuyo interior circulan glóbulos rojos. Además de suministrar oxígeno a todos los tejidos del cuerpo gracias a los glóbulos rojos, retirando el CO2 que se produce en la respiración celular hacia los pulmones, la sangre tiene otras funciones. Transporta las hormonas producidas por el Sistema Endocrino, así como las moléculas sencillas que se obtienen tras la digestión del alimento.



LA SANGRE


La sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio, formado por el corazón y un sistema de tubos o vasos, los vasos sanguíneos.


La sangre describe dos circuitos complementarios llamados circulación mayor o general y menor o pulmonar


La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y alrededor de 250.000 plaquetas.




El plasma sanguíneo es la parte líquida de la sangre. Es salado, de color amarillento y en él flotan los demás componentes de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células. El plasma cuando se coagula la sangre, origina el suero sanguíneo.



Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del oxígeno molecular (O2). Tienen forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo que se consideran células muertas. Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que les sirve para transportar el oxígeno desde los pulmones a las células. Una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable, pues puede deberse a un déficit nutricional, a un defecto genético o a diversas causas más.


Los glóbulos blancos o leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar trabajos de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los capilares y se dedican a destruir los microbios y las células muertas que encuentran por el organismo. También producen anticuerpos que neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas.


Las plaquetas son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar hemorragias.


El corazón


El corazón es un órgano que posee cavidades, similar al tamaño del puño, encerrado en la cavidad torácica, en el centro del tórax en un lugar denominado mediastino, entre los pulmones, sobre el diafragma, dando nombre a la "entrada" del estómago o cardias. Histológicamente en el corazón se distinguen tres capas de diferentes tejidos que, del interior al exterior se denominan endocardio, miocardio y pericardio. El endocardio está formado por un tejido epitelial de revestimiento que se continúa con el endotelio del interior de los vasos sanguíneos. El miocardio es la capa más voluminosa, estando constituido por tejido muscular de un tipo especial llamado tejido muscular cardíaco. El pericardio envuelve al corazón completamente.



El corazón está dividido en dos mitades que no se comunican entre sí: una derecha y otra izquierda, La mitad derecha siempre contiene sangre pobre en oxígeno, procedente de las venas cava superior e inferior, mientras que la mitad izquierda del corazón siempre posee sangre rica en oxígeno y que, procedente de las venas pulmonares, será distribuida para oxigenar los tejidos del organismo a partir de las ramificaciones de la gran arteria aorta. En algunas cardiopatías congénitas persiste una comunicación entre las dos mitades del corazón, con la consiguiente mezcla de sangre rica y pobre en oxígeno, al no cerrarse completamente el tabique interventricular durante el desarrollo fetal.




Cada mitad del corazón presenta una cavidad superior, la aurícula, y otra inferior o ventrículo, de paredes musculares muy desarrolladas. Exiten, pues, dos atrios o aurículas: derecha e izquierda, y dos ventrículos: derecho e izquierdo. Entre la aurícula y el ventrículo de la misma mitad cardiaca existen unas válvulas llamadas válvulas atrioloventriculares (tricúspide y mitral, en la mitad derecha e izquierda respectivamente) que se abren y cierran continuamente, permitiendo o impidiendo el flujo sanguíneo desde el ventrículo a su correspondiente atrio. Cuando las gruesas paredes musculares de un ventrículo se contraen (sístole ventricular), la válvula atrioventricular correspondiente se cierra, impidiendo el paso de sangre hacia la aurícula, con lo que la sangre fluye con fuerza hacia las arterias. Cuando un ventrículo se relaja, al mismo tiempo la aurícula se contrae, fluyendo la sangre por esta sístole auricular y por la abertura de la válvula auriculoventricular.


Como una bomba, el corazón impulsa la sangre por todo el organismo, realizando su trabajo en fases sucesivas. Primero se llenan las cámaras superiores o aurículas, luego se contraen, se abren las válvulas y la sangre entra en las cavidades inferiores o ventrículos. Cuando están llenos, los ventrículos se contraen e impulsan la sangre hacia las arterias. El corazón late unas setenta veces por minuto y bombea todos los días unos 10.000 litros de sangre.


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El corazón tiene dos movimientos : Uno de contracción llamado sístole y otro de dilatación llamado diástole. Pero la sístole y la diástole no se realizan a la vez en todo el corazón, se distinguen tres tiempos :
Sístole Auricular : se contraen las aurículas y la sangre pasa a los ventrículos que estaban vacíos.
Sístole Ventricular : los ventrículos se contraen y la sangre que no puede volver a las aurículas por haberse cerrado las válvulas bicúspide y tricúspide, sale por las arterias pulmonar y aorta. Estas también tienen, al principio, sus válvulas llamadas válvulas sigmoideas, que evitan el reflujo de la sangre.
Diástole general : Las aurículas y los ventrículos se dilatan, al relajarse la musculatura, y la sangre entra de nuevo a las aurículas.
Los golpes que se producen en la contracción de los ventrículos originan los latidos, que en el hombre oscilan entre 70 y 80 latidos por minuto.



Durante los períodos de reposo el corazón tiene aproximadamente 70 pulsaciones por minuto en un individuo adulto del sexo masculino, y en este mismo intervalo bombea aproximadamente cinco litros de sangre. El estímulo que mantiene este ritmo es completamente autorregulado. Incrustada en la aurícula derecha se encuentra una masa de tejido cardíacos especializados que recibe el nombre dnodo sinusal o ganglio senoauricular (SA). Este nodo SA (donde se origina el destello en la imagen que ves) ha sido a veces denominado"el marcapaso del corazónpor cuanto establece el ritmo básico de las pulsaciones de este órgano. Las fibras del músculo cardíaco, como todas las células, presentan exteriormente una carga eléctrica positiva y una carga eléctrica negativa en el interior . En el "marcapasos" se produce una descarga espontánea setenta veces por cada minuto. Esto, a la vez, produce la descarga en las fibras musculares circundantes de la aurícula; a su turno, esto causa una tenue onda eléctrica que recorre las aurículas y hace que estas se contraigan. Cuando la corriente llega a los islotes de tejido conjuntivo que separan las aurículas y los ven trículos, es absorbida por el ganglio auriculoventricular (A-V). Este se comunica con un sistema de fibras ramificadas que llevan la corriente a todas las regiones de los ventrículos, los que entonces se contraen vigorosamente. Esta contracción recibe el nombre de sístole. Ver explicación con gráfico animado




Los vasos sanguíneos


Los vasos sanguíneos (arterias, capilares y venas) son conductos musculares elásticos que distribuyen y recogen la sangre de todos los rincones del cuerpo. Se denominan arterias a aquellos vasos sanguíneos que llevan la sangre, ya sea rica o pobre en oxígeno, desde el corazón hasta los órganos corporales. Las grandes arterias que salen desde los ventrículos del corazón van ramificándose y haciéndose más finas hasta que por fin se convierten en capilares, vasos tan finos que a través de ellos se realiza el intercambio gaseoso y de sustancias entre la sangre y los tejidos. Una vez que este intercambio sangre-tejidos a través de la red capilar, los capilares van reuniéndose en vénulas y venas por donde la sangre regresa a las aurículas del corazón.


Los Capilares son vasos muy finos en que se dividen las arterias y que penetran por todos los órganos del cuerpo, al unirse de nuevo forman las venas.




Las Arterias: Son vasos gruesos y elásticos que nacen en los ventrículos, aportan sangre a los órganos del cuerpo por ellas circula la sangre a presión debido a la elasticidad de las paredes. Del corazón salen dos Arterias : 1) El tronco pulmonar que sale del ventrículo derecho y lleva la sangre a los pulmones y 2) La aorta que sale del ventrículo izquierdo forma el arco aórtico (cayado) del cual emergen arterias para cabeza, cuello y miembros superiores, desciende como aorta tóracica y al atravesar diafragma cambia a aorta abdominal que irriga las estructuras abdominales. Finalmente se divide en dos arterias ilíacas. De la aorta se originan las siguientes ramas:


Las carótidas: Aportan sangre oxigenada a la cabeza.
Subclavias: Aportan sangre oxigenada a los miembros superiores.
Hepática: Aporta sangre oxigenada al hígado.
Esplénica: Aporta sangre oxigenada al bazo.
Mesentéricas: Aportan sangre oxigenada al intestino.
Renales: Aportan sangre oxigenada a los riñones.
Ilíacas: Aportan sangre oxigenada a los miembros inferiores.



Tronco Celíaco: Es un arteria de la aorta abdominal que se trifurca para dar irrigación al estómago, hígado y bazo.


Miembros Superiores: de la subclavia se forma las axilar que se transforma en braquial y ésta en radial y ulnar que se unen en mano formando los arcos arteriales.


Miembros Inferiores: de la ilíaca externa se forma la femoral que se continua como tibial y fibular.




Los Capilares: Son vasos sumamente delgados en que se dividen las arterias y que penetran por todos los órganos del cuerpo, al unirse de nuevo forman las venas.


Las Venas: Son vasos de paredes delgadas y poco elásticas que recogen la sangre y la devuelven al corazón, desembocan en los atrios. En el atrio derecho desembocan :


La Cava superior formada por la unión de las venas braquicefálicas: yugulares que vienen de la cabeza y las subclavias que proceden de los miembros superiores (venas braquiales, cefálica y basílica).


La Cava inferior a la que van las Ilíacas que vienen de los miembros inferiores (venas femorales, safena magna o interna y safena parva o externa), las renales de los riñones, la suprahepática del hígado y genitales.





El Sistema Linfático


La linfa es un líquido incoloro formado por plasma sanguíneo y por glóbulos blancos, en realidad es la parte de la sangre que se escapa o sobra de los capilares sanguíneos al ser estos porosos.


Los vasos linfáticas tienen forma de rosario por las muchas válvulas que llevan, también tienen unos abultamientos llamados linfonodos o ganglios linfáticos que se notan sobre todo en las axilas, ingle, cuello etc. En ellos se originan los glóbulos blancos. El sistema linfático sirve de transporte a los ácidos grasos, defensas y regulación de los líquidos extracelulares.






sábado, 7 de enero de 2012

INTOXICACION CON ACETAMINOFÉN-PARACETAMOL (ANALGESICO)

El acetaminofén es uno de los analgésicos más usados para la fiebre sin propiedades antiinflamatorias. Actualmente es el más utilizado para controlar la fiebre y el dolor en la edad de la lactancia lo que lo ha llevado hacer uno de los medicamentos primordiales de intoxicación en la edad pediatrica.
Mientras se utilice según las indicaciones médicas e intrucciones de la receta será siempre seguro; bien tolerado para un tratamiento antipirético (para controlar la fiebre).
Frecuentemente se ha encontrado que este fármaco es uno de los más involucrados en sobre dosis de medicamentos en menores de 6 años. Cuando el acetaminofén se administra en dosis de (10 mg/kg/dosis) terapéutica es seguro y no debe de existir una acumulación en el cuerpo que lleve a una intoxicación. Si se administra en dosis de 50 mg/kg puede producir toxicidad en niños o dosis terapéuticas en los niños que sufren de enfermedades hepáticas.
Manifestaciones clínicas:Las manifestaciones clínicas por intoxicación con este medicamento se presentan en las primeras 24 horas de la ingestión.
náuseas
vómitos
falta de apetito
dolor abdominal
sensación de malestar
diarreas
somnolencia
sudoración
mareos
Si se sospecha que el niño está intoxicado inmediatamente comuníquese con su pediatra, o asista a la sala de emergencias más cercana ya que mientras más horas pasan, más posibilidades de daño al hígado irreversible hay, llegando a una complicación mayor.
Luego de que pase la emergencia, cuando nos encontremos en el hogar es bien importante el uso adecuado del fármaco según las intrucciones y evitar que esté al alcance de los niños.
Recuerde que el primer signo de alarma es la sospecha de que se a recibido una dosis muy alta del medicamento, asista a su pediatra o a sala de emergencia para una pronta evaluación para así evitar que cuando los síntomas estén presentes sea muy tarde e inefectivo el tratamiento.

martes, 3 de enero de 2012

AUSENCIA DE DIENTES POR DEFECTO GENETICO.

La anodoncia es un trastorno genético comúnmente definido como la ausencia de todos los dientes, y es extremadamente rara de encontrar en forma pura sin ninguna anormalidad asociada.
Raras, pero si bien más comunes que la completa anodoncia, son la hipodoncia y la oligodoncia. La hipodoncia es originariamente genética y usualmente involucra la ausencia de 1 a 6 dientes. La oligodoncia también es genética y es el término más comúnmente utilizado para describir condiciones en las cuales faltan más de 6 dientes.


Estas condiciones podrían involucrar o bien los dientes de leche o los dientes permanentes, pero la mayoría de los casos involucra los dientes permanentes.
Este fenómeno está asociado con un grupo de síndromes nerviosos y de la piel, no progresivos, llamados displasias ectodermales.
La anodoncia, especialmente, es parte de un síndrome aparte y raramente ocurre como un caso
aislados.
 
Las hipodoncias son más frecuentes en el maxilar superior, siendo la más común, el lateral, luego los segundos premolares que cuando se presenta es más frecuente en la mandíbula.

Los individuos con hipodoncias también suelen presentar microdoncias, desarrollo alveolar reducido, dientes temporales retenidos o formación imperfecta en el lado contralateral. Por ello se debe realizar un examen cuidadoso y una completa historia dental y el tratamiento involucrará un manejo interdisciplinario dependiendo número de dientes, posición y severidad.
La literatura sugiere que la hipodoncia es genéticamente heterogénea y que más de un gen defectuoso puede contribuir a su aparición y por esto su variabilidad clínica, hay que tener en cuenta que el desarrollo dental es un proceso muy complejo que involucra muchos genes.